Las implicancias teológicas y el gran impacto histórico que provocan las variantes textuales en el texto bíblico fueron los principales temas abordados por el reconocido científico internacional, doctor en literatura y pensamiento judío antiguo, antropólogo y rabino, Adolfo Roitman.
¿Cuál es la versión más antigua? ¿Cuándo nació la variante textual en cuestión? ¿Qué circunstancias la habrían originado?, fueron algunos de los interrogantes que planteó durante una conferencia en el aula 11 del Edificio Trabajo Argentino de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR).
Roitman comenzó por agradecer la invitación y se refirió al desafío pedagógico de llevar un estudio tan específico a un público heterogéneo. “No es un tema fácil, pero les aseguro que es fascinante”, expresó.
El especialista hizo una breve introducción al hallazgo de los rollos del Mar Muerto, ocurrido a mediados del siglo XX. El descubrimiento lo hicieron beduinos locales en las cuevas de Qumrán, localizadas en la región de Cisjordania. Luego, a lo largo del arduo trabajo de una década, se dio con unos 25 mil fragmentos de manuscritos.
Entre los hallazgos, Roitman se detuvo especialmente en el “Gran rollo de Isaías”, que preserva gran parte del Libro del profeta bíblico. “El manuscrito data del siglo II antes de nuestra era, la época de los macabeos. Hasta este descubrimiento, todos los textos bíblicos provenían de la época medieval”, explicó. El gran aporte de ese hallazgo es que vino a sumar otra variante textual bíblica que coloca en tensión las versiones consagradas por la tradición. El investigador se interesa particularmente en las implicaciones de este hecho para el estudio de la Historia y la Teología.
Ante la aparición de nuevas variantes textuales en el texto bíblico, Roitman sostuvo que se imponen tres preguntas: ¿Cuál es la versión más antigua? ¿Cuándo nació la variante textual en cuestión? ¿Qué circunstancias la habrían originado? Para ilustrar esta enorme tarea, se detuvo, fundamentalmente, en el análisis de dos casos: Deuteronomio, 32:8-9 e Isaías, 19:18. El primero, con fuertes implicancias teológicas; el segundo, con gran impacto histórico.
“Hay que entender que los textos bíblicos no eran conformados de una sola vez, sino que eran producto de siglos de elaboración. Primero, había una creación a nivel oral; luego se escribían, se reelaboraban y se expandían con otros textos”, postuló. Y luego afirmó: “Entre los siglos VII, VI, V antes de nuestra era, hubo un cambio estratégico en la manera de evaluar la figura de Dios”. Así, luego de años de trabajo con variantes textuales, da cuenta de una etapa de monolatría anterior a la consolidación del judaísmo como religión monoteísta. Es decir, no se negaba la existencia de otros dioses, pero sí se exigía el culto a un único Dios. Las consecuencias para la Teología son de una magnitud enorme.
Para aludir al peso en la Historia de este campo de estudios, se refirió al caso de la variante “Ciudad del Sol” / ”Ciudad de la Destrucción”, hallado en la confrontación de diferentes manuscritos. De acuerdo con Roitman, esta diferencia puede ubicar temporalmente la existencia de un debate al interior del pueblo judío sobre la legitimidad de un templo ubicado en Egipto, o sea, fuera de Jerusalén. “Siempre existe el uso de los textos para justificar ideas, creencias o eventos”, concluyó.
El destacado científico estuvo en la UNAHUR para realizar una de las siete presentaciones pautadas en su visita a la Argentina organizadas por el Instituto Universitario Abarbanel. La misma llevó el título: “Variantes textuales en el texto bíblico y sus implicaciones para el estudio de la historia y la teología”.
Al comenzar, la conferencia, el rector de la Unahur, Jaime Perczyk agradeció la visita de Roitman y consideró que “es muy importante que podamos vincularnos con los estudios más destacados del mundo, porque tenemos las más altas expectativas para nuestros estudiantes”.
En el evento, estuvieron presentes docentes e investigadores de la UNAHUR, estudiantes, vecinos y vecinas de Hurlingham y otras personas interesadas en el tema de la disertación. También lo hicieron los rectores de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), Darío Kusinsky, y de la Universidad Nacional de Luján (UNLu), Walter Panessi.
Por su parte, Ariel Stofenmacher rector del Instituto Universitario Abarbanel y responsable junto a la UNAHUR de esta conferencia de Roitman, expresó la voluntad del primer Instituto Universitario Judío de Sudamérica de “trabajar junto con todas las universidades públicas y privadas para aproximar a investigadores de primera línea de todo el mundo que quieran compartir su ciencia con nosotros”. Y reflexionó: “Esta conferencia rompe con la coyuntura y la cotidianidad. Nos lleva a más de dos mil años atrás, cosa que nos hace muy bien al espíritu”.