Más de 150 personas se dieron cita en la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). El motivo que aglutinó a académicos, autoridades universitarias, docentes, nodocentes y estudiantes del sistema fue el foro internacional “A setenta años de la gratuidad de la educación superior universitaria. Homenaje y enseñanzas” que organizó el Consejo Interuniversitario Naciona (CIN) con motivo de conmemorar 70 años de gratuidad universitaria en 2019.
Jaime Perczyk, presidente del CIN y rector de la Universidad Nacional de Hurlingham, inauguró las actividades y el debate. “Estamos conmemorando una decisión trascendente que configura al sistema universitario que hoy conocemos en Argentina”, celebró y agregó que “la gratuidad universitaria permite pensar que hay otro país posible”.
En esa línea, en conjunto con el orador posterior, Héctor Aiassa, rector anfitrión del foro, Perczyk recordó que “a diferencia de la Reforma Universitaria del 18, que fue una rebelión estudiantil en contra de una oligarquía de profesores que se habían adueñado de la universidad argentina, el establecimiento de la gratuidad fue desde afuera hacia la universidad, como lo fueron políticas como la universidad obrera y la idea de poblar de universidades nuestro territorio”.
Por su parte, Aiassa destacó el rol precursor de la Universidad Obrera, hoy UTN, en el establecimiento de la gratuidad: “La universidad obrera fue y es un símbolo de movilidad social. Con la gratuidad, esto se extendió. La universidad argentina permite transformar aspiraciones individuales en impacto en la realidad social”.
“La gratuidad es una posibilitad para nuestra sociedad, pero hay que entender que esa gratuidad la financia y la garantiza toda la sociedad argentina. El esfuerzo de cada habitante es lo que permite la formación de recursos humanos de calidad. En ese sentido, tenemos una tremenda responsabilidad de compromiso social”, reflexionó el titular de la UTN.
“La gratuidad en cifras”
Aritz Recalde, director de Posgrado de la Universidad Nacional de Lanús, abrió la exposición “La gratuidad en cifras” con un análisis de la historia del actual sistema universitario: “Desde los orígenes de la universidad pública, disímiles bloques políticos coincidieron en cuestiones trascendentales. Así se entiende como, hasta hoy, el CIN alcanza acuerdos pese a tantas diferencias políticas de sus integrantes”.
“Hoy la universidad otorga más derechos que el 49, es cierto, pero falta un modelo de desarrollo de país para que todos entren y deje de ser, definitivamente, un sistema elitista”, alentó el académico.
De igual manera, Ernesto Villanueva, rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), se refirió a la influencia de la universidad argentina en el resto de América Latina: “Tenemos cincuenta mil estudiantes extranjeros en el sistema que constituyen, desde el punto de vista económico del país, un ingreso importante, pero, en perspectiva global, solo representan un cinco por ciento del total de alumnos”.
“Nos sentimos orgullosos pero la gratuidad no es suficiente. Debiéramos avanzar en educación virtual porque la expansión territorial tiene un techo. Además, los montos de nuestra becas son un estimulo tan pequeñito que hay veces que no se notan. Esos son los desafíos pendientes”, añadió Villanueva.
En cuanto articular planificación con autonomía universitaria, el rector de la UNAJ propuso lograr un mayor incentivo para las carreras que el país necesita, revisar la duración de los ciclos de grado y su perfil. “Debemos hacer hincapié en lo que podemos corregir nosotros, es cierto, pero se debe insistir en la formación media y de nuestros docentes”, completó.
“El panorama universitario en América Latina y el Caribe”
Para dar inicio al panel 1 “El panorama universitario en América Latina y el Caribe”, María Delfina Veiravé, rectora de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y vicepresidenta del CIN, refirió que la relación entre expansión del sistema universitario y la disminución de las desigualdades no siempre tiene una relación directa, aunque se amplíe el acceso.”Proponemos la multiculturalidad como un objetivo de nuestras universidades. En Argentina todavía tenemos mucho que caminar en el reconocimiento de las comunidades indígenas”, apuntó.
En idéntico sentido, Veiravé subrayó que “es necesario renovar el paradigma de la relación entre la universidad y las nuevas formas de trabajo hacia una mirada de mayor diversidad institucional de la que hemos tenido hasta el momento”.
Francesc Pedró, director de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (UNESCO-IESALC), ofreció un recorrido por la situación de la gratuidad universitaria a nivel internacional en el mismo panel. “La UNESCO celebra que esta gratuidad se haya mantenido por 70 años. Argentina es un país faro en ese sentido. La verdad es que la gratuidad está en tela de juicio en la mayor parte del mundo, no es mayoritaria”, destacó.
Contrario a la privatización y a la mercantilización de los estudios, y distinguiendo que la gratuidad selectiva solo puede ser posible con una información extremadamente confiable de la situación financiera de las familias de los estudiantes, el representante de la UNESCO señaló: “La gratuidad no es, ni más ni menos, que el reconocimiento de la educación como un derecho universal, como un bien público y la defensa de la igualdad de oportunidades”.
Francisco Tamarit, exrector de la Universidad Nacional de Córdoba y coordinador general de la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018), instó a la reflexión a las autoridades universitarias por su responsabilidad en el estado del arte a nivel educativo: “Debemos quitaros los prejuicios de que como académicos somos una élite privilegiada. Al contrario, como académicos tenemos una mayor responsabilidad”.
“La mercantilización en la educación superior avanza a pesar de nuestros reclamos y de nuestros deseos. Llegó la hora de que seamos capaces de poner todo en común y apuntar a la entidad de un sentido de pertenencia geográfico y estratégico para las 32 naciones de la región”, alentó Tamarit.
Si bien acentuó que han habido muchos esfuerzos por mejorar y asegurar la calidad del sistema universitario, el coordinador general de la CRES 2018 apuntó que “se requiere repensar las políticas públicas, en calidad y pertinencia”. A modo de ejemplo, brindó un significativo dato para explicar la importancia para los sociedades de los estudios superiores: “El salario promedio de una persona que completó el nivel universitario es tres veces el salario de quien solo completó los estudios medios; y ya es el doble con solo pasar algunos semestres en la universidad”.
Juan Carlos Del Bello, rector de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), especificó que de los 30.000.000 de estudiantes en el nivel superior de educación de la región, casi la mitad abandona los estudios durante el primer año de cursada. “Es evidente que la gratuidad universitaria es una condición necesaria pero insuficiente”, sindicó.
“Argentina tiene un sistema de gratuidad universitaria pero con pocas becas en comparación con otros países de la región”, lamentó Del Bello. En ese sentido, elogió las iniciativas que las mismas universidades impulsan en pos de la inclusión, como las becas de sus comedores: “Los derechos deben experimentar una expansión y no a una contracción”.
“La gratuidad para la comunidad universitaria”
En la apertura del panel 2 “La gratuidad para la comunidad universitaria”, Daniel Ricci, presidente de Federación de Sindicatos de Docentes Universitarios de América del Sur (FESIDUAS), afirmó que la supresión de aranceles universitarios representó un ascenso social individual en Argentina pero, también, colectivo: “Que un país tenga profesionales significa un desarrollo económico más importante, un país con justicia social. Siempre sostuve que el acceso a la salud y a la educación son las políticas igualadoras por excelencia”.
Luego, Jorge Aliaga, secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham y exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, afirmó que el centro del sistema científico del país son las universidades: “Más del 70 por ciento de los investigadores de la Argentina trabajan en universidades y, sin embargo, no se reconoce a la universidad como el mayor productor de investigación del país. En parte, eso tiene que ver con que la mayor cantidad de los docentes universitarios no hacen investigación”.
“Hoy contamos con un sistema de becas de posgrado que funciona. Ahora, nos resta que eso se inserte en un proceso de desarrollo de país basado en la ciencia y la tecnología”, invitó Aliaga como una manera de apostar a nuevas propuestas de políticas.
Walter Merkis, secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales (FATUN), señaló: “Celebramos que hoy los trabajadores nodocentes empecemos a profesionalizarnos y participemos de este tipo de debates. Estamos a la altura de ser electores pero, también, de ser elegidos”.
Carlos De Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) agregó: “La defensa del acceso irrestricto no representa solo el mejoramiento de la vida de las personas a partir de la obtención de un título. La universidad es un derecho de los que acceden a ella, nos da la posibilidad de tener todas las voces, de la diversidad. Sin las posibilidades que ofrece la gratuidad universitaria seguramente el país hubiera tenido un derrotero muy diferente”.
Marcelo Di Stefano, secretario ejecutivo de la Confederación de los Trabajadores y las Trabajadoras de las Universidades de las Américas (CONTUA), opinó en el mismo sentido: “Celebremos que nuestra universidad es pública, gratuita, cogobernada e inclusiva, aunque sea un modelo que no goza de popularidad a nivel mundial”.
“Perspectivas de las políticas inclusivas en educación superior en la región”
“Hay un señor que hizo estudiar a los hijos de los obreros y ese señor fue Juan Domingo Perón”, sentenció por su parte Jorge Calzoni, rector de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y vicepresidente de Organismos de Cooperación y Estudio y Redes de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), al iniciar el panel 3 “Perspectivas de las políticas inclusivas en educación superior en la región”.
Gerónimo Laviosa, rector de la Universidad Nacional del Este de Paraguay y presidente de Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), se sumó a la conmemoración: “Solo los recursos humanos profesionalizados son capaces de mirar críticamente la realidad, de identificar los problemas y resolverlos. La educación superior como un derecho es una bien democratizador”.
Carlos Alvarado Cerezo, presidente del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), ofreció un relato de un reciente diagnóstico realizado entre las universidades centroamericanas y las posibles perspectivas a adoptar en base a esas conclusiones: “Educación para todos y a lo largo de toda la vida, porque la educación es la clave para encontrar la paz”, arengó.
Ramona Rodríguez Pérez, presidente del Consejo Nacional de Universidades de Nicaragua, explicó en su exposición: “Creemos en garantizar una educación científica y técnica pero, sobre todo, humana. Una educación intercultural para garantizar la inclusión de los pueblos originarios y afrodescendientes”. Si bien reconoció que hoy Nicaragua no tiene la capacidad de dar el ingreso a todos los aspirantes a la universidad y no aseguran el ingreso de todo aquel que apruebe un examen, subrayó que “la educación superior es la clave para el desarrollo social”.
Félix García Lausín, coordinador del Espacio Iberoamericano del Conocimiento de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), clausuró el panel señalando el debate de la jornada como un acierto por su convocatoria internacional: “Ahora es necesario tejer alianzas para alcanzar la garantía de la equidad”. A partir de esto agregó: “No tiene sentido hablar de equidad en educación sin referir la calidad; igual que hablar de calidad es hablar de pertinencia”.
Acto de cierre
El presidente del CIN cerró la jornada reconociendo la participación de los oradores y concurrentes al foro y auguró nuevos proyectos en materia de educación superior: “Agradecemos a todos la posibilidad de estar, de discutir y de decir. Los problemas que tiene nuestro sistema aquí planteados no son una carga sino los desafíos que todavía hay que resolver. Nuestro destino está en América Latina y ahí tenemos que construir relaciones más profundas”.
Por último, este Consejo también agradece la colaboración de las áreas de protocolo y ceremonial de diversas instituciones universitarias miembros en la organización y desarrollo del evento.
*Fuente: Prensa CIN