El 2 de julio la Universidad organizó la tercera edición del ciclo de encuentros «Género y Ciencia: saberes que legitiman las violencias» organizado por el Programa de políticas de igualdad de género. La propuesta propone abrir el debate de modo virtual y lograr una revisión epistemológica de las ciencias que abarque las formas de construcción del conocimiento, las prácticas y los usos del lenguaje.
Durante la presentación, la Lic. Andrea García planteó: «Nos convoca la desigualdad de género, con el objetivo de interrogarnos sobre el carácter androcéntrico las premisas y los conceptos que reproducimos en nuestras prácticas, en la producción de conocimiento y en nuestra vida cotidiana. A continuación, el Vicerrector a cargo del Rectorado, Mg. Walter Wallach explicó: «Nuestra mirada sobre la igualdad de género es que no sea un tema más o un tema aparte sino pensar cómo atravesamos todos los temas de la Universidad con esa perspectiva».
En este encuentro, cuatro expositoras hicieron una presentación, con abordajes particulares desde diversos campos disciplinares sobre los nudos problemáticos, que se ponen en juego cuando se legitiman las violencias.
La Directora del Profesorado de Letras Dra. Claudia Torre comenzó su ponencia retomando el trabajo presentado en el encuentro previo donde se presentó el Relevamiento sobre la vida cotidiana de estudiantes. Para ello destacó los resultados obtenidos en la encuesta, especialmente el que indica que «los varones dedican más tiempo al cuidado personal». A partir de ello, Torre recordó la frase de Kate Millet, «lo personal es político». A su vez, destacó que este problema está atravesado por un imaginario y narrativas que hay que estudiar. «¿El estudio y la vida universitaria significan una liberación de las normas patriarcales?», preguntó Torre.
La siguiente presentación estuvo a cargo de la Lic. Alejandra Benvenuto (docente UNAHUR). En primer lugar recordó un trabajo realizado en 2019 de revisión de programas en el Ciclo de Formación Básica en carreras del Instituto de Educación. «Encontramos huellas de la movilización social que hubo en el país sobre las discusiones sobre género en todas las materias», destacó. También referenció el trabajo realizado en el concepto de «justicia curricular», elaborado por Raewyn Connel. Otro de los objetivos del estudio fue relevar el sexismo en las teorías. Por otra parte planteó: «Cuando se trabaja la perspectiva de género en las aulas se visibilizan los casos de violencia».
Luego, la investigadora asistente de CONICET, Dra. Julia Hermida centró su exposición en las contribuciones que puede hacer la ciencia a favor de la equidad de género. En primer lugar mencionó la necesidad de visibilizar las inequidades, para ello analizó el ingreso de mujeres a carreras de informática en las últimas décadas. En ese sentido, vinculó la disparidad de ingreso de mujeres con una brecha salarial. Luego explicó diversas estrategias que puede llevar a cabo la ciencia para insertar a las mujeres en dichas carreras. «Es necesario despertar el interés de las mujeres desde nivel inicial», opinó. Por último opinó: «Entender de tecnologías es tener poder, ese conocimiento no puede estar en manos de un subgrupo de la sociedad».
La última expositora fue la docente investigadora, Dra. Lina Merino y abordó la desigualdad de género en la ciencia a través de un análisis bibliométrico de publicaciones académicas. En su presentación explicó «el techo de cristal» existente en el ambiente científico, que se expresa en el acceso a puestos jerárquicos. En ese sentido, el 85% de las autoridades son varones y 15% corresponde a mujeres. Luego explicó el modo en que los medios trabajan esta problemática.